martes, 17 de marzo de 2020

REVISTA SOBRE ESPIRITISMO EDICIÓN DOS EN ESPAÑOL


REVISTA SOBRE ESPIRITISMO,
PARA LA LUZ DEL CONOCIMIENTO,
EDICIÓN DOS EN ESPAÑOL.




Ilustración del texto,
por los creadores de la portada creativa,
La revista espírita.

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ANÓNIMO - LA EPOPEYA DE GILGAMESH TABLILLA II


ARTISTA DE LA EPOPEYA
ANÓNIMO

LA EPOPEYA DE GILGAMESH

TABLILLA II
LA DOMA DE ENKIDU

[Enkidu] estaba sentado ante ella,
mientras los dos juntos hacían el amor,
él se olvidó de la estepa donde había nacido.
Durante siete días y siete noches
Enkidu estuvo excitado y yació con Shamhat.

La ramera abrió su boca,
diciendo a Enkidu:
«Cuando te miro, Enkidu, eres como un Dios,
¿por qué con las bestias andas errante por la estepa?»

«Ven, te llevaré a Uruk la ciudad cuadrada,
al templo sagrado, la morada de Anu.
Levántate, Enkidu, déjame llevarte
al templo de Eanna, la morada de Anu,
donde [los hombres] se ocupan en labores de destreza, 
tú también, como un hombre, 
encontrarás un lugar para ti».

Sus palabras oyó, su discurso fue bien recibido;
los consejos de una mujer dieron en el blanco en su corazón.
Se desnudó y le cubrió con parte de sus vestiduras,
la otra parte se la puso ella.
De la mano le cogió, como a un Dios [le llevó,]
al campamento de los pastores, donde estaba el redil.
La cuadrilla de pastores se congregó a su alrededor, 
hablando sobre él entre ellos:
«Este mozo, cómo se parece a Gilgamesh en su constitución,
alto de estatura, altivo como una almena.
Seguro que es Enkidu, nacido en las tierras altas,
su fuerza es tan poderosa como una roca caída del cielo».

Pusieron ante él, pan,
pusieron ante él, cerveza.

Enkidu no comió el pan, sino que miró con recelo.
Enkidu no sabía comer pan,
nunca le habían enseñado a beber cerveza.

La ramera abrió su boca, diciendo a Enkidu:
«Come el pan, Enkidu, esencial para la vida,
bebe la cerveza, el destino de la Tierra».

Enkidu comió el pan hasta saciarse,
bebió la cerveza, siete copas llenas.
Su ánimo se liberó, comenzó a cantar,
su corazón se alegró, su rostro se encendió.

El barbero arregló su cuerpo tan peludo,
ungido con aceite se transformó en un hombre.
Se puso un vestido, se hizo igual que un guerrero,
cogió su arma para luchar con los leones.

[Cuando de noche los pastores yacían dormidos,]
[abatió] lobos, [ahuyentó leones].

Dormidos yacían los mayorales,
su zagal Enkidu, un [hombre totalmente] despierto.
[Un cierto] mozo había [sido invitado] a una boda,
[a] Uruk [se dirigía] para asistir al [banquete].

Enkidu disfrutaba del placer con Shamhat.

Levantó la vista, vio al hombre,
y así habló a la ramera:
«Shamhat, haz venir a ese hombre;
por qué ha llegado hasta aquí, déjame conocer su razón».

La ramera hizo señas al hombre,
llegó hasta donde él estaba, le habló:
«¿Adónde vas tan deprisa, mozo?
¿por qué es tan fatigoso tu viaje?».

El mozo abrió su boca,
diciendo a Enkidu:
«Me han invitado a un banquete de boda,
es el destino de la gente contratar un matrimonio.

Llenaré la mesa ceremonial
de tentadores manjares para el festín de la boda.»

«Para el rey de Uruk,
el velo se rasgará para aquel que escoja el primero;
para Gilgamesh, el rey de Uruk,
el velo se rasgará para aquel que escoja el primero.»

«Yacerá con la futura esposa,
él antes que nadie, el novio después.
Por mandato divino así está ordenado;
cuando su cordón umbilical se cortó, para él estaba destinada».

Al oír las palabras del mozo, su rostro palideció de ira.

Allá va Enkidu, con Shamhat tras sus pasos.

Entró en la ciudad de Uruk la ciudad cuadrada, 
y una multitud se congregó a su alrededor.
Se detuvo en la calle de Uruk la ciudad cuadrada,
todos congregados a su alrededor, la gente decía de él:
«En su constitución es la viva imagen de Gilgamesh,
pero de menor estatura, y más recio de huesos.
Pues [seguro que es el que] nació en las tierras altas, 
la leche de los animales es lo que ha mamado».

En Uruk celebraron las habituales fiestas de sacrificio,
los jóvenes se regocijaron, nombraron un paladín;
para el hombre cuyas facciones eran blancas,
para Gilgamesh, como un Dios, nombraron un rival.

Para la Diosa de los esponsales el lecho se dispuso, 
Gilgamesh se unió con la doncella de la noche.
Allí llegó (Enkidu), se quedó inmóvil en la calle,
cerrando el camino a Gilgamesh.

* * *

La tierra de Uruk estaba [a su alrededor,]
el país se congregó [a su alrededor].
Una multitud se arremolinaba ante [él,]
los hombres se apiñaban [a su alrededor].
Como a un niño de pecho le [besaban los pies,]
ya el hombre  para la Diosa de los esponsales el lecho se dispuso,
de Gilgamesh, como un Dios, se nombró un sustituto.

Enkidu con su pie bloqueó la puerta de la casa de los esponsales,
no dejando entrar a Gilgamesh.
Se agarraron el uno al otro a la puerta de la casa de los esponsales,
en la calle libraron combate, en la Plaza de la Tierra.
Las jambas de la puerta se estremecieron, el muro tembló,
[en la calle Gilgamesh y Enkidu libraron combate, en la Plaza de la Tierra].
[Las jambas de la puerta se estremecieron, el muro tembló].
Gilgamesh se arrodilló, con un pie en el suelo,
su cólera se aplacó, se retiró de la lucha.

Después de retirarse de la lucha,
Enkidu le dijo a Gilgamesh:
«Como ser único te parió tu madre,
la vaca salvaje del redil, la Diosa Ninsun.
Eres exaltado por encima de los guerreros,
Enlil te destinó a ser rey del pueblo».

Enkidu habla a Gilgamesh:
«¿Por qué deseas hacer esto?
¿Cualquier cosa deseas tanto?
Déjame, una gesta que nunca se ha hecho en la Tierra».

Se besaron y se hicieron amigos.

* * *

Gilgamesh, presenta su madre a Enkidu:
«El más poderoso [de la Tierra, posee fuerza].
[Su fuerza es tan poderosa como una] roca caída del cielo,
es alto de estatura, altivo como una almena]».

La madre de Gilgamesh [abrió su boca para hablar,]
diciendo a [su hijo:]
«Ninsun la Vaca Salvaje, [abrió su boca para hablar] ».

Y su madre, [dijo a Gilgamesh:]
«Hijo mío, en su puerta amargamente tú».

«Tú tienes, en su puerta, amargamente él,
Enkidu no posee [familiares ni amigos]».

«Peludo su cabello cuelga suelto.
Nació en la estepa y no [tiene] ningún [hermano]».

Allí de pie, Enkidu oyó [lo que ella decía,]
y pensando en ello, se sentó [sollozando].
Sus ojos se llenaron de [lágrimas,]
sus brazos cayeron sin fuerza, [su] fuerza [le abandonó].
Se agarraron y, [entrelazaron] sus manos como Gilgamesh,
a Enkidu le habló una palabra, [diciendo:]
«¿Por qué, amigo mío, [tus ojos se han] llenado [de lágrimas,]
tus brazos caen sin fuerza, [tu fuerza te abandona]».

Enkidu le dijo [a Gilgamesh:]
«Amigo mío, mi corazón está herido
»Por los sollozos [mis piernas] tiemblan,
el terror ha penetrado en mi corazón».

Gilgamesh abrió su boca,
diciendo a Enkidu:
«El feroz Humbaba, [vayamos a] matarle, 
[para que su poder] no exista más».

«En el Bosque de los Cedros, 
[donde Humbaba] habita,
vayamos a asustarle en su guarida».

Enkidu abrió su boca,
diciendo a Gilgamesh:
«Le conocí, amigo mío, en las tierras altas,
cuando yo andaba errante de acá para allá con la manada.
Durante sesenta leguas el bosque es una selva,
¿quién se atrevería a entrar en él?» 

«Humbaba, su voz es el diluvio,
su discurso es fuego, y su aliento es muerte.
¿Por qué deseas hacer eso?
Tender una emboscada a Humbaba es una batalla que no se puede ganar».

Gilgamesh abrió su boca, diciendo a Enkidu:
«Subiré, amigo mío, por las laderas [del bosque]».

Enkidu abrió su boca [para hablar, diciendo a Gilgamesh:]
«[Amigo mío], ¿cómo podemos [ir a la morada de Humbaba?]
Para mantener a salvo los cedros,
Enlil le destinó a aterrorizar a los hombres».

«Es un viaje [que no debe hacerse,]
[es un hombre al que no se debe mirar].
El que custodia el [Bosque de los Cedros, su alcance es amplio,]
Humbaba, su voz es el diluvio». 

«Su habla es fuego, su aliento es muerte,
oye el murmullo del bosque desde sesenta leguas de distancia.
¿Quién se atrevería a entrar en su bosque?
Adad es el primero, y Humbaba el segundo».

¿Quién se opondría a él entre los Igigi?
Para mantener a salvo los cedros,
Enlil le destinó a aterrorizar a los hombres;
si te adentras en su bosque se apoderan de ti los temblores».
Gilgamesh abrió su boca para hablar, diciendo [a Enkidu:]
«¿Por qué, amigo mío, hablas como un hombre débil?
Con tus palabras temerosas [me vuelves] desanimado».

«En cuanto a ese hombre, [sus días] están contados,
haga lo que haga, no es más que viento, no existe para mí».

«Naciste y te criaste [en la estepa:]
hasta los leones tenían miedo de ti, [lo probaste] todo.
Hombres adultos huían [de tu presencia,]
tu corazón ha sido retado y [sometido a prueba en] combate.
Ven, amigo mío, [vayamos a escape] a la fragua».

«[Que] forjen [hachas para nosotros] en nuestra presencia».

Se agarraron de la mano y fueron a escape a la fragua, 
donde los herreros estaban sentados en asamblea.
Grandes hachas forjaban,
y hachas que pesaban tres talentos cada una.
Grandes dagas forjan;
dos talentos cada una costaban las hojas,
la mitad de un talento las crestas de sus empuñaduras, 
medio talento cada uno los engastes de oro de las dagas.

Gilgamesh y Enkidu llevaban diez talentos cada uno.
Echó los siete cerrojos de las puertas de Uruk,
convocó [a la asamblea,] la multitud se congregó a su alrededor.
en la calle de Uruk la ciudad cuadrada,
Gilgamesh [se sentó en] su trono.

[En la calle de Uruk] la ciudad cuadrada, 
la multitud estaba sentada ante él.

[Así Gilgamesh] habló
[a los ancianos de Uruk] la ciudad cuadrada:
«[Oídme, oh ancianos de Uruk la ciudad] cuadrada, 
[Hollaría el camino que lleva al fiero Humbaba,]
vería al Dios del que los hombres hablan, 
cuyo nombre las tierras repiten sin cesar».

«Le venceré en el Bosque de los Cedros,
que la tierra sepa que el vástago de Uruk es poderoso.

Déjame partir, cortaré el cedro,
estableceré para siempre un nombre eterno».

[Entonces habló Gilgamesh]
[a los jóvenes de Uruk:]
«[Oídme, oh jóvenes [de Uruk,]
Oh jóvenes de Uruk, que entendéis el [combate].
Con mi audacia hollaré el lejano camino que lleva [a la morada de Humbaba,]
Me enfrentaré a una lucha que no conozco».

«[Cabalgaré] por un camino [que no conozco;]
dadme vuestra bendición al partir en mi viaje,
[para que vuelva a ver] vuestros rostros [sano y salvo,]
y regrese [alegre en el corazón] por la puerta de Uruk».

«A mi regreso [celebraré] el Año Nuevo [dos veces,]
celebraré la fiesta dos veces en el año.
Que la fiesta tenga lugar, que comience el júbilo,
que los tambores retumben ante [la Vaca Salvaje] Ninsun».

Enkidu [ofreció] consejos a los ancianos,
y a los jóvenes de Uruk, que entendieron el combate:
«Decidle que no vaya al Bosque de los Cedros.
Que es un viaje que no debe hacerse,
que es un hombre [al que no se debe] mirar.
El que custodia el Bosque de los Cedros, su alcance es amplio».

«Este Humbaba, [su voz es el Diluvio,]
[su habla es fuego,] su aliento es muerte.
[Oye] el murmullo del bosque [desde sesenta leguas de distancia».

«[¿quién se atrevería] a entrar en su bosque?
 [Adad es el primero, y Humbaba] el segundo;
[¿quién se opondría a él] entre los Igigi?
[Para mantener a salvo los cedros,]
Enlil le emplazó a aterrorizar a los hombres;
si te adentras en su bosque se apoderan de ti los temblores».

Los consejeros mayores se levantaron,
buenos consejos ofrecieron a Gilgamesh:
«Eres joven, Gilgamesh, te mueve la emoción,
todo lo que dices no lo entiendes».

«Este Humbaba, su voz es el Diluvio,
su habla es fuego, su aliento es muerte.
Oye el murmullo del bosque desde sesenta leguas de distancia».

«¿Quién se atrevería a entrar en su bosque?
Adad es el primero, y Humbaba el segundo;
¿quién se opondría a él entre los Igigi?
Para mantener a salvo los cedros,
Enlil le destinó a aterrorizar a los hombres».

Gilgamesh oyó las palabras de los consejeros mayores,
miró [con una risa] a Endiku y dijo:
[«Ahora, amigo mío, qué asustado estoy].
[¿Por miedo a él cambiaré de idea?]».


Artista Anónimo;
Antigua Leyenda Sumeria.
Ilustración del Texto,
por El Artista del Bien,
La Figura de Gilgamesh.

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JOHN LENNON - IMAGINE


JOHN LENNON;
YOUR MUSIC IS PEACE,
IMAGINE.



Fotografía del texto,
por Joost Evers,
John Lennon.

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REVISTA SOBRE ESPIRITISMO EDICIÓN UNO EN ESPAÑOL


REVISTA SOBRE ESPIRITISMO,
POR LA EVOLUCIÓN HUMANA,
EDICIÓN UNO EN ESPAÑOL.




Ilustración del texto,
por los creadores de la portada creativa,
La revista espírita.

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