lunes, 25 de abril de 2022

JULIO SÁNCHEZ MINGO - EL DESCUBRIMIENTO DE LA MUERTE

 
ARTISTA DEL ESCRITO
JULIO SÁNCHEZ MINGO

EL DESCUBRIMIENTO DE LA MUERTE

Desde el instante en que nacemos; convivimos con la muerte, que nos ronda, nos acecha. Somos plenamente conscientes de nuestro destino fatal, de que nos abrazará en algún momento, pero nosotros procuramos obviarla, no pensar en ella, como si negáramos su existencia, considerándola una realidad muy lejana, casi ajena, como algo propio de los ancianos. Decimos que llegará, pero que falta mucho, tenemos la sensación de que no va con nosotros. Tanto es así que tal como escribía la semana pasada Manuel Vicent: “El primer terror que acoge a un niño, apenas alcanza el uso de razón se produce cuando intuye que sus padres pueden un día dejar de existir”.
Sin embargo, esa criatura se siente inmortal.
Más cierto, la muerte es omnipresente. En nuestra familia, en nuestro entorno de trabajo, no digamos en nuestra ciudad, ronda la muerte. Aparece reflejada todos los días en las noticias de los periódicos y la televisión, en lugares más o menos remotos, lejanos.
Pasamos frente a un cementerio, hay quien los evita, y el sentimiento es de naturalidad, como si fuera un espacio ajeno a ella. Desaparece gente muy próxima, nuestros abuelos, algún compañero, nuestros padres, incluso de forma sorpresiva, adelantada. Sufrimos dolor por ello, pero no percibimos su cercanía, su proximidad y no pensamos en nuestra propia muerte.
Hasta que llega un día en que la descubrimos y adquiere certidumbre absoluta. Como castizamente solemos decir, le vemos las orejas al lobo. La ocasión, el motivo puede ser muy diverso: el fallecimiento de alguien, pilar de nuestra vida, una enfermedad incurable o de mucha gravedad, una operación de gran riesgo, con su víspera de despedidas, cumplir una cierta y crítica edad, un contexto de violencia extrema o de guerra, incluso la jubilación. Entonces afrontamos cara a cara lo ineludible, sabiendo que nuestros amaneceres están inexorablemente contados, que ya casi somos más de allá que de este mundo. Y nuestros valores cambian radicalmente y la espera, sea más o menos larga, se torna serena, como la de un nonagenario que se aproxima a los cien.
Ya somos conocedores de su inmediatez, la muerte, el ángel de la muerte, que nos llevará hasta el otro mundo.
 
Julio Sánchez Mingo,
Maestro de España.
Fotografía del texto,
por Shahin Khalaji,
El ángel de la muerte.
 
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