viernes, 19 de noviembre de 2021

DIVALDO PEREIRA FRANCO - RUMBO AL MUNDO DE REGENERACIÓN


ARTISTA DEL LIBRO
DIVALDO PEREIRA FRANCO
POR EL ESPÍRITU
MANUEL PHILOMENO DE MIRANDA
RUMBO AL MUNDO DE REGENERACIÓN

MENSAJE DEL ESPÍRITU ISMAEL
 
¡Hijos e hijas de la Tierra!
¡Que la paz del Señor esté en vuestros corazones!
Conocéis la historia de la nebulosa de gases incandescentes de la cual surgió nuestro Sistema Solar.
Sabemos como la Divina Providencia manipuló esas fuerzas gaseosas y construyó nuestro amado planeta, calmando las convulsiones continuas de su masa en ebullición y le adornó la superficie con la rara y majestuosa belleza, así como calmó sus océanos, mares y todas las aguas, a fin de que la vida superara los difíciles y complejos factores ambientales.
Surgieron los astros, que pasaron a iluminar sus oscuridades, y el cielo transparente y azul apareció con la presencia de los sesenta quilómetros de altura de su oxígeno, envolviéndole la costra que asegura la materia ígnea de su centro.
Lentamente surgieron las primeras expresiones de vida, hasta el momento en que el ser humano pasó a habitarla, siendo el instante culminante de la obra de amor ante la posibilidad de crecer hacia Dios.
Paso a paso, la Ley de Progreso estableció los paradigmas de comportamiento para la grandeza de la Creación y a través de los mensajeros celestes buscó mantener el equilibrio y la búsqueda de la iluminación interior para llegar a la onda inicial generada en el Padre.
Por fin, vino Jesús, el propio Constructor del planeta, para guiar a la Humanidad, según Su modelo de amor.
Las pasiones primigenias, sin embargo, la retuvieron en retaguardia de las sensaciones abrumadoras, mientras el orbe sollozaba con lavas volcánicas o revoluciones de sus placas tectónicas, organizando sus entrañas y eliminando la energía exagerada para mantener el equilibrio majestuoso en su eje.
Simultáneamente, los pensamientos y acciones físicas de los seres humanos atrajeron muchas de las fuerzas inherentes a su proceso, que generaron calamidades innombrables.
Gracias a esa inquebrantable ley, el progreso alcanzó la sumisa Gaya*, como la llamaban los antiguos griegos, alcanzó su clímax en este nivel de evolución más elevado, eliminando de su proceso las grandes tragedias y las pesadas aflicciones que todavía son parte de los mecanismos de expiación moral.
Un mundo regenerado donde se podrá gozar con anterioridad la ventura que es ofrecida por el Padre a los hijos terrestres.
Esto es porque el Señor no desea la destrucción del equivocado, sino la desaparición del crimen y por misericordia disminuirá el tiempo de depuración.
Éstos, por lo tanto, son días de purificación interior, y, en consecuencia, la injusticia, la promiscuidad y la vileza moral de la mayoría de los seres humanos terrestres atrajeron los tormentos que ahora afligen y atemorizan a las multitudes desorientadas.
Incontables, no obstante, en su suprema ignorancia, sedientos de los placeres ultrajantes, no se dan cuenta de la terrible aniquilación.
Estaban previstos horrores y alucinaciones devastadoras, en guerras sin piedad, comenzando por los hogares desestructurados, comunidades y países que serían aniquilados...
...Cuando todo cambió.
Este período es mucho más serio de lo que se piensa o se trabaja para que luego pase.
Las soñadas soluciones apresuradas mediante vacunas preventivas y terapias providenciales atenuarán, pero no solucionarán los sufrimientos programados para la sociedad actual.
Sucede que lo establecido se cumplirá y aquellos que prefieren el caos serán exiliados hacia mundos congéneres, aunque inferiores, donde sentirán increíbles dilaceraciones morales por la añoranza de la Tierra amada y de los afectos que les faltaron al respeto.
Verán, a distancia, la generosa madre fluctuando en los espacios luminosos, mientras sus desertores llorarán amarguras en los primitivos lugares los que tienen derecho.
La pandemia resultante de la Covid-19 que asola muchos países se hace acompañar de otra más cruel, que es la del crimen practicado por autoridades desdichadas que explotan el momento, acumulando poder engañoso y fortuna sobre la desgracia de millares de víctimas de las circunstancias infames que ellos crearon y mantienen.
Para esos criminales conscientes del mal que están haciendo, la Divina Providencia reserva lecciones de rehabilitación muy dolorosas, por culpa de su cinismo y crueldad en relación a las masas mutiladas por el sufrimiento y abandono a que se encuentran relegadas.
Esos vampiros de los bienes públicos y particulares, no huirán de sí mismos ni encontrarán confort a la hora del rescate, como ocurre con aquellos que explotan y abandonan cobardemente.
A causa de esos criminales aplaudidos por unos y odiados por otros, se prolongarán las enfermedades a fuerza de epidemias regionales, según la densidad de su horror, y los absurdos morales, que atentan a las leyes de orden y ética moral, que pretenden transformar a las personas en espectros devorados por la sensualidad y las aberraciones sexuales, telementalizadas por Espíritus de equivalente calaña, resbalarán en esos sórdidos pantanos en que ya viven sin darse cuenta.
Las comunidades de venganza en la Tierra, en bandas espirituales están siendo desmontadas y sus miembros se reencarnan para la última oportunidad de escoger el futuro como mejor lo deseen.
Confiamos que todos los que aquí estamos, ofrezcamos el cariño y el amor de Jesús Cristo en Su tiempo, ante a mandatos algo similares en estos días.
Estamos invitados a interferir de todas las formas posibles en los sueños bélicos y en los pensamientos nocivos, en las decisiones criminales y en los anhelos de rebeldía de los pueblos, inspirando a las criaturas, socorriéndolas con las posibilidades a nuestro alcance y desviando las atracciones del mal por las mentes viciadas.
Serán esfuerzos continuos por nuestra parte, porque también estaremos vigilantes y laboriosos con las multitudes de desencarnados en la psicosfera tenebrosa de los lugares enfermos, aliviando el desespero y encaminando hacia el trabajo y el deber de solidaridad a todos aquellos que se encuentran agraviados, manteniendo la ignorancia de los factores que los llevaron a los hechos dañinos, cuando los hubo.
Todos disponemos de los incalculables tesoros del amor y de la caridad para distribuir por todas partes, colocando luz en los candeleros apagados, de modo que siempre haya claridad.
En el siglo pasado, hubo un momento en que el propio Jesús visitó de nuevo la Tierra, a fin de evitar la guerra que estaba a punto explotar, por goce de algunas naciones soberbias y materialistas, que todavía se encuentran esperando el momento de supremacía sobre las demás.
Su incomparable Amor venció las ambiciones arbitrarias de sus líderes alucinados, es por eso que ahora el método de depuración de la Humanidad es más difícil de superar, porque las tremendas armas almacenadas no consiguen destruirlo.
Solamente el amor tendrá el poder de vencer las batallas de locura que se establecen en la Tierra, hasta la última, que será victoriosa del Evangelio del Cristo, incluso bajo otras denominaciones. Donde prospere el amor, la caridad y la compasión, el Padre Celeste se hará presente y definirá el rumbo de la gloria y la paz de todos.
Exaltemos y cantemos glorias al Señor y a Sus mensajeros afables y sabios. 
 
Divaldo Pereira Franco,
por el espíritu,
Manuel Philomeno de Miranda,
Rumbo al Mundo de Regeneración,
Mensaje del espíritu Ismael.
Portada del libro,
por los creadores,
Editorial Leal.
 
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