martes, 15 de agosto de 2023

JULIÁN DAVID RINCÓN RIVERA - ME FALTA UN PEDAZO

 
ARTISTA DEL CUENTO
JULIÁN DAVID RINCÓN RIVERA

ME FALTA UN PEDAZO

Le pregunté al día, que me apuntaba todas las mañanas frente a la vida y dijo que los recuerdos los había dejado al otro lado de las montañas.
Busqué en el aire del aliento en las mañanas, en el sudor del trabajo en cada jornada, en risas, en lágrimas, en lamentos y gritos de esperanzas.
Lo busqué en los buenos días, en las gracias y en el hasta luego, en el te amo, te extraño, te desprecio. 
Le pregunté a conocidos que no eran amigos y sólo supieron darme indicaciones extrañas de lugares que yo había ya olvidado.
Lo busqué en los recorridos del parque principal, allá en los pasillos de los centros comerciales, en los gritos de los vendedores ambulantes, en las esquinas de los vendedores de aguacates.
Le pregunté al perro de la esquina, al gato de la vecina y el perro sólo meneaba el rabo, mientras que el gato me daba la espalda con indiferencia.
Busqué debajo de las sonrisas, detrás de los gestos, en ojos que iluminan días, en caras que alegran vidas.
Busqué en los vestidos de rosas, en camisas tipo Polo, sobre las huellas que dejan los zapatos en los días de lluvia.
Lo busqué en los remolinos de aire de mariposas blancas, en el cálido asfalto de calles en días soleados.
Busqué en el transporte público, el que va lejos, el que viene cerca, en los transeúntes de todos los días y las mismas jornadas, en los desocupados de sillas de plástico, en los deshabitados de andenes y rincones de asfalto, en los hombres viciosos de parques lejanos, en los ladrones de cuello firme, saco y corbata.
Busqué en los bares, cafés y bibliotecas, en los licores de los viernes por la tarde, en los capuchinos con galletas solitarias, mientras se pintan las sombras en todos los rincones del parque, en los estantes silenciosos y en el polvo que se acumula en miles de libros apretujados y expectantes.
Lo busqué en los recuerdos, palabras y lamentos, en las letras de los libros, en la rima de los poemas, en los compases de mis canciones preferidas, en los estados de supuestos conocidos, en los mensajes que se eliminan a causa del olvido, en las borracheras de la madrugada, en la complicidad de dos amantes en la cama, en el desespero del hombre solitario en la ventana.
Lo busqué en los asaderos, supermercados, fruvers y tiendas de barrio, hasta en las discotecas y sitios donde sólo en las noches es permitido hacer algo artístico. 
Y la verdad, luego de tanto buscar, nada me dio razón de ese trozo que se me había perdido, que me hacía falta, que me incompletaba.
Le pregunté incluso a la luna en su indescifrable palidez, pero se ocultó detrás de una nube extraña.
Busqué en el recuerdo que se anexa a las fotos, en lo vivido de los videos de veinte segundos y treinta segundos, en esos audios inconexos y rápidos, en la pereza de escribir, en la locha de borrar para corregir, en las sonrisas que un día fueron mías, en los besos que nunca se dieron, en los abrazos que habían quedado en el pasado.
Además busqué en las cobijas de noches frías, en el desvelo de un amor incompleto, en la canción que se repetía con elocuente satisfacción, en el rastro del alumbrado público, en los pies que se arrastran, en las miradas bajas.
Ya luego de tanto buscar y no encontrar, un día mágico de sol, di con el pedazo que me faltaba. Y al recogerlo, me di cuenta que ese pedazo, sólo era uno de todos los pedazos que me faltaba.

Julián David Rincón Rivera,
Artista de Colombia.
Fotografía del texto,
por Cottonbro,
El misionero de la causa libertadora.

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