martes, 11 de octubre de 2022

RUSVELT NIVIA CASTELLANOS - ORFEÓN DE PAZ

 
ARTISTA DEL ESCRITO
RUSVELT NIVIA CASTELLANOS

ORFEÓN DE PAZ

Sobre todo, los hombres y las mujeres, somos espíritus inmortales. Nosotros como seres humanos, llevamos muchos siglos en las experiencias del cuerpo humano. Hemos tenido diversas vidas en la tierra para poder avanzar en la evolución individual. En tanto, nosotros como seres pensantes, debemos madurar en moral y sabiduría. Tal verdad es claramente primordial, para olvidarnos de la enemistad y la violencia, que nos ha hecho tanto daño. Ahora más bien, nos compete regenerarnos por el estudio de los sabios, tales como el maestro Jesús, orador vivo del amor, Juana de Arco, dama de la libertad, René Descartes, filósofo del racionalismo, entre otros seres luminosos. Y así como ellos, más que nunca, toca superarnos en virtudes y toca luchar por el bien de la humanidad, porque ahora estamos al amanecer de una era nueva generacional para las personas buenas. 
De hecho en esta actualidad, se viven trascendencias telúricas y trasformaciones sociales en el mundo, muy reales. A cada rato están pasando catástrofes y regeneraciones naturales. Cuando no son los temblores, son los maremotos arrasadores, incluso suceden las protestas populares y hasta las recesiones políticas. A lo bello entonces, cada uno de nosotros, promovamos prácticas de paz. En esencia, nos urge a los pueblos aliarla por el mutuo beneficio. A ella, cierto hay que expandirla como unidad superior, pero para perseverarla, hay que tener esfuerzos de voluntad, que es vencer las tendencias bestiales y volvernos seres de humildad. A la luz de la paz, bien nos conviene resistir ante las adversidades, nosotros mejor, busquemos la blancura de la conciliación. Ya con fervor aspiremos a la poesía del perdón. Más juntémonos para vivir en armonía espiritual. Nosotros como seres humanos, podemos conseguirlo a gran creación, si disponemos nuestras intenciones y realizaciones con bondad, para lo real, así que por el porvenir, hagámoslo con dedicación al eternal. Más bien, no nos rindamos ni caigamos en desánimo, ante los problemas. Sin recelo, juntos demos consuelo a los desamparados, sin miedo, cantemos música celestial. En levantamiento de ideales, procuremos la propia regeneración de conciencia.  
Ya de una vez por todas, digamos adiós a la rivalidad y sí al progreso fraternal. Con esfuerzo, vayamos prendiendo las íntimas auras, por la vida bella. Esta es ocasión de ir al rescate sentimental para salvar nuestro destino. De por cierto, nos conviene separarnos de la ignorancia y relacionarnos más con el conocimiento, pasar de lo sencillo a lo complejo, para comprender el amor. Así claro, demos movimiento a los libros, leamos las obras inmortales, por el desenvolvimiento filosófico y la reflexión ética, viva la sabiduría.
Más a superación espiritual, seamos esperanza donde hay personas sombrías. Allá con los conocidos, saber enseñar con la razón. Uno clarear la voz de la docilidad a quien necesita lucidez. No tanto imponer y sí sugerir con serenidad, proponer los ideales justos y disponernos en actos altruistas, para con ellos. De lo otro lindo; ser seres sensibles, por la trasparencia del corazón. 
 Y todos y todas, sin tardanza, salgamos a propagar la revolución del amor. 

Rusvelt Nivia Castellanos,
Artista de Colombia.
Fotografía del texto,
por Cottonbro,
Los cantantes de la paz.

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