lunes, 1 de agosto de 2022

JAVIER CLAURE COBARRUBIAS - CUADRO PINTADO A PLUMILLA


ARTISTA DEL POEMA
JAVIER CLAURE COBARRUBIAS  

CUADRO PINTADO A PLUMILLA

A Evelyn Ortego Mata 
                                  
Maternidad 
divina redondez portadora de vida 
locura de buscarte en un cuadro 
pintado a plumilla 
por manos que yacen para siempre. 

Espacio de ternura 
líneas que vieron arder la tinta 
mientras las horas se perdían 
en jazmines con magnolias y quimeras. 

Como rocío de madre selva llegaste al mundo 
como con tinte purpurino de sus flores. 

La luna te vio nacer y 
el sol te vio sonreír 
y es que tu cuna se mecía 
por el camino apacible de la noche 
apenas turbada por el viento. 

Toda Venecia esperaba tu llegada 
y tu nombre flameaba por la nueva historia 
cuándo dormías bajo tu galaxia 
junto a las rondas de Gabriela Mistral 
quizá donde apuntaba tu estrella 
quizá donde la musa caía boquiabierta. 

Y tú, mitificada por los astros 
en las desnudas formas de la inocencia 
te iniciaste al llanto 
a flor de los braceros 
que despedían aromas de áloe. 
Luego con el tiempo
cuando pintabas una mesa
un paisaje y un gato con los ojos tornasolados 
o cuando vestías a tu muñeca 
con su traje dominguero 
nadie preguntaba 
si las noticias eran buenas o malas 
si era miércoles o domingo. 

Como rocío de madreselva llegaste al mundo 
como con tinte purpurino de sus flores. 

Nacer en cualquier signo del zodiaco 
y apresurarse a salir 
en el instante menos pensado 
a la engañosa ilusión de la vida 
es un arte de navegación. 

Flotar entre nubes y
entre guirnaldas de una playa colgante 
o estar simplemente 
donde surge la llovizna 
para bañarte en el néctar de la existencia 
que cae al acantilado de tu alma 
como el líquido amniótico de aquel sueño. 
Detenerse en la orilla de un patio 
ver tu vestido floreado con tus medias de seda
y tus zapatos charol 
y ver el pañuelo que se esfuma en el aire 
es un juego de hadas blancas.

Quién pudiera 
hacer una fiesta en tus cabellos 
y dibujarte otra vez 
en ese volumen transparente 
y trazar la línea indeleble de tu sonrisa. 

Quién pudiera volver 
a ese cálido vientre
para vivir nuevamente 
como pez en el agua 
desde el lugar en que te encuentras. 

Como rocío de madreselva llegaste al mundo 
como con tinte purpurino de las flores.


Javier Claure Cobarrubias,
Artista de Bolivia.
Fotografía del texto,
por Susanne Jutzeler,
El conejo de la vida.

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