viernes, 23 de agosto de 2024

RUSVELT NIVIA CASTELLANOS - POETA NOCTURNO


ARTISTA DEL POEMA
RUSVELT NIVIA CASTELLANOS

POETA NOCTURNO

Hoy en el parque del Edén; el viejo poeta, lee el libro de la artista Esperanza, ahora repasa sus versos, se deja arrastrar por las odas que perduran en esas hojas. Todas poderosas son como oleadas de fuego, las cuales impactan en su alma. Estas pronto lo meten a él en una fantasía infinita. Allí claramente resurge lo prodigioso, se despliega lo espirituoso. En crecida, las fulguraciones lo deslumbran según como estas conciertan la eternidad. A su momento; ve revolar cosas increíbles, empiezan a sensibilizarlo en la intimidad, tales majestuosidades. Y él así muy encantado; sigue adelantando las palabras rompientes, las degusta bajo la noche, poblada de sueños.
Luego el poeta, vestido de negro, llora. La traslucidez ahí condensada en la obra, abre su sentir emotivo, tan querido. De frente al cosmos, comienza a verter lágrimas de amor. Ilusionado y allí solo en el parque, va descifrando el poemario que tiene en sus manos. En total es estético como hermoso. Tal magnificencia de alegorías, impregna su vida de azules hasta darle la limpieza. El hombre de letras; respira a la vez las fragancias, cual agradables y frescas lo tranquilizan. En su interior, colige la paz. Con sorpresa, descubre esta verdadera felicidad. La encuentra ahora que acaba de comprender los trasfondos de la poesía.
Entre lo otro preferido, José como se llama este artista, culmina la lectura y una vez descifra los secretos, coge rumbo para su casa. Lo hace por un presentimiento suyo, se yergue de la banqueta, sale del parque y recorre las varias calles bogotanas. Decidido, sigue por los caminos citadinos, procediendo bajo unos faroles, va a paso normal según como rebosa la noche de estrellas. Ya por ahí en las afueras, vislumbra a un señor vago, propio de piel morena. Lo precisa ebrio en la intemperie; le regala un soneto y más adelante lo despide con bondad, lo deja atrás y sereno él, voltea en la próxima esquina, rumbo a su destino.  
Así en tanto la vida; José avanza por un barrio antiguo y al poco tiempo, llega a la casa donde reside. Como de costumbre, ingresa a su hogar y cierra la puerta. De seguido, pasa a su cuarto estudio. Allí de una sola, se ubica en una sillón, mirando de frente al escritorio y resuelto, toma la pluma suya con un papel.
El poeta entonces se pone a escribir el poema de su vejez. Por inspirado, susurra que lo humano es hacer literatura y revolución, la confía esta iluminación con sabiduría, además dice que el componer poesía, renace a costa de sacrificios. En bien, pasa a soltar un poco de colores por el arte, le pone su imaginación a las metaforías, dimana hasta la misma supremacía. Y en el otro instante, fija la armonía del firmamento nocturno, dando elevación a la última versación. Más feliz, cuando recobra las nociones del presente, José ya se encuentra con Esperanza en el mundo espiritual.   

Rusvelt Nivia Castellanos,
Artista de Colombia.
Fotografía del texto,
por Levy Ayala,
La Pareja de la Noche.