jueves, 29 de agosto de 2024

FRANCISCO ARAYA PIZARRO - LA CIUDAD DE LA CÚPULA


ARTISTA DEL CUENTO
FRANCISCO ARAYA PIZARRO

LA CIUDAD DE LA CÚPULA

En el año tres mil; la humanidad vivía en un refugio bajo una gigantesca cúpula. Aquella estructura, protegía una ciudad donde los habitantes se resguardaban de las devastadoras tormentas de arena y la radiación, todo lo cual asolaba la superficie a causa de las guerras atómicas vividas en el pasado, que alteraron el clima. 
Generaciones enteras vivieron sin ver la luz del sol, adaptándose a un entorno artificial, gracias a la ingeniería genética, donde cada niño nacido en este ambiente tenía una inmunidad permanente, ante la escasez de Vitamina D. Era un proyecto eugenésico, que designaba a cada ciudadano un rol específico en esa sociedad, controlada por un gobierno autoritario.
En este medioambiente, había un joven ingeniero llamado Alek, quien trabajaba incansablemente en el mantenimiento de la Cúpula. Aunque llevaba una vida aparentemente estable, siempre sentía una curiosidad insaciable por lo que había más allá de la Cúpula. Pero las estrictas leyes y la vigilancia férrea, impedían cualquier intento de exploración.
Un día, toda su rutina cambió drásticamente cuando recibió un mensaje misterioso a través de un canal de comunicación clandestino. El mensaje provenía de Los Goethepunk, un grupo rebelde, que se oponía al régimen y buscaba la verdad sobre el mundo exterior. Intrigado por la posibilidad de descubrir lo que había más allá, Alek decidió unirse a ellos. Dentro de este grupo, Alek conoció a María, una brillante mujer, quien compartía su deseo de ver el mundo exterior y liberarse del yugo opresivo.
Por su parte, juntos comenzaron en secreto a planear un audaz escape de la Cúpula. Utilizando tecnología robada, el grupo se preparó para desafiar al gobierno y enfrentar los peligros externos. 
Ya tiempo después de varias reuniones, llegó la noche del éxodo, la tensión era palpable. Alek, María y los demás miembros de Los Goethepunk, se encontraron en un antiguo túnel de mantenimiento, lejos de las miradas de los drones de seguridad. Alek sintió cómo latía con fuerza su corazón mientras revisaba los planes de fuga. Cada paso debía ser preciso, cada acción debía estar bien coordinada. En cuanto estuvieron listos, se pusieron en marcha y se adentraron en el subterráneo de la ciudad. A medida que avanzaban por los túneles, se encontraron con los primeros obstáculos, drones de seguridad patrullando los pasillos. María, con su excepcional habilidad, hackeó los sistemas y desactivó temporalmente a los drones, permitiendo que el grupo se moviera sin ninguno ser detectado. Sin embargo, avanzando apenas unos kilómetros, se toparon con los agresivos guardias armados, ellos no estaban hechos para la diplomacia, su actitud hizo que los ánimos se alteraran a tal punto que estalló una confrontación.  
Utilizando dispositivos de distracción y su conocimiento del terreno, Los Goethepunk lograron superar a los guardias, aunque no sin sufrir algunas heridas, producto del tiroteo armado. La adrenalina mantenía a Alek atento y enfocado, pero la preocupación por sus compañeros heridos le carcomía la mente, algunos destrozados por los tiros a quemarropa, terminaron muertos y otros necesitaron atención médica, con lo cual Alek no podía seguir con el resto de Los Goethepunk y los heridos tuvieron que regresar a la Cúpula, ayudados por un grupo de rebeldes, para atenderlos y seguir con la resistencia.
Alek se despedía de ellos y les decía: “Regresen y recupérense, para mañana seguir con la causa, que es salir de la Cúpula”.
Estas sabias palabras, motivaron a los heridos y les ayudaron a regresar. El grupo sobreviviente, que aún estaba ileso, siguió adelante y al cabo de un tiempo, llegaron a una salida de mantenimiento olvidada, oxidada por la humedad y el tiempo. Este era el punto más crítico de su plan. Con las manos temblorosas, Alek activó el mecanismo con mucha dificultad; la compuerta oxidada estaba llena de hongos, lo que hacían difícil abrirla; entonces con mucho esfuerzo, movieron la manivela y luego de varios intentos, un rayo de luz cegadora se filtró por la abertura, era un destello del sol, algo que ninguno había antes visto.  
Después, ellos emergieron a la superficie. Sus ojos luchaban por adaptarse a la luz del día; ya no era una luz simulada por las luces artificiales, sino la luz auténticamente real. La vista era tan maravillosa como aterradora. La experiencia era desconcertante. A su alrededor, vieron las ruinas de unas ciudades antiguas, donde la naturaleza empezó a tomar su lugar y había un cielo con nubes, algo que ignoraban y que nunca habían imaginado. Ante esa realidad, algunos sacaron sus contadores Geiger, para saber si el nivel de radiactividad era normal en el ambiente y descubrieron que el mundo exterior era habitable, el gobierno lo había ocultado para mantener su control.
En ese momento, comprendieron el engaño. Con el corazón indignado, Alek, María y Los Goethepunk sabían que debían volver a La Ciudad de la Cúpula y contar la verdad. Debían transmitir la noticia a los ciudadanos de esta ignominia. María, utilizando una computadora portátil, cables y conexiones que iban a los sistemas de comunicaciones de la Cúpula, pinchó las transmisiones y envió un mensaje a todos los habitantes. Les mostraron imágenes en video, fotografías del mundo exterior que habían descubierto, evidencias de la vida que había más allá de la Cúpula y la verdad sobre las mentiras del gobierno.
Debido a esta realidad, una vez que la noticia se supo, la reacción fue inmediata. El pueblo comenzó a levantarse en protesta. Las calles en la Ciudad de la Cúpula, se llenaron de manifestantes, no importando la predestinación genética. El gobierno respondió con fuerza, pero Los Goethepunk que estaban en la ciudad, reaccionaron de manera estratégica. Utilizando su conocimiento en los sistemas de seguridad y las defensas de la ciudad, sabotearon las operaciones del gobierno, debilitando su control. En una serie de enfrentamientos, los rebeldes lograron tomarse las áreas clave; la energía, el agua potable, el gas natural, así obtuvieron el apoyo de la población.
Días después; el gobierno colapsó, acató las órdenes de Los Goethepunk y al poco tiempo, los ciudadanos de la Cúpula emergieron a la superficie por primera vez. Juntos, comenzaron a reconstruir la sociedad humana, pero esta vez se basó en la verdad y en la libertad, donde bajo el cielo abierto, la humanidad comenzó una nueva época en su historia, abrazando la promesa de un mundo libre y lleno de posibilidades.

Francisco Araya Pizarro,
Artista de Chile.
Fotografía del texto,
por Diam,
La Invención Secreta.